Contenido creado por María Noel Dominguez
Tecnología

Vínculos seguros

Chimpancés salvajes forman vínculos seguros que favorecen la crianza y la supervivencia

Un estudio revela que, a diferencia de los humanos, los chimpancés no desarrollan apego desorganizado si crecen en libertad

12.05.2025 12:12

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2025-05-12T12:12:00-03:00
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Al igual que en los humanos, las relaciones tempranas entre madres e hijos en los chimpancés cumplen un rol fundamental en el desarrollo emocional y social. Así lo demuestra un estudio internacional liderado por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), publicado en Nature Human Behaviour.

Durante cuatro años, los científicos observaron a chimpancés salvajes del Parque Nacional de Taï, en Costa de Marfil, y encontraron que estos animales desarrollan distintos tipos de apego hacia sus madres, muy similares a los humanos: desde vínculos seguros que promueven la exploración del entorno, hasta apegos más independientes o evitativos.

Sin embargo, una diferencia crucial es que los chimpancés criados en libertad no presentan patrones de apego desorganizado, un tipo de vínculo emocional que afecta al 23,5 % de los niños humanos y a más del 60 % de los chimpancés huérfanos criados en cautiverio. Este tipo de apego se manifiesta cuando el cuidador genera miedo en el niño, dificultando la regulación emocional y aumentando el riesgo de problemas psicológicos.

Eléonore Rolland, primera autora del estudio, subrayó que no se hallaron signos de apego desorganizado entre los chimpancés salvajes, lo que refuerza la idea de que dicho comportamiento no es adaptativo en contextos naturales. “Estos resultados nos hacen pensar si algunas prácticas humanas modernas de crianza se han alejado de lo que es mejor para el desarrollo infantil”, indicó.

Los investigadores creen que estas observaciones tienen implicancias para comprender la evolución del comportamiento social humano y resaltan la importancia del entorno estable y del vínculo continuo con los cuidadores en los primeros años de vida, tanto para los primates como para los humanos.

Con información de EFE