Un hombre de 22 años fue arrestado en Pakistán y confesó el asesinato de Sana Yousaf, una influencer de redes sociales de 17 años.
Las autoridades creen que el sujeto, llamado Umar Hayat, asesinó a Sana Yousaf en su domicilio en Islamabad el pasado 2 de junio, después de que ella rechazara lo que el informe de la policía local define como “ofertas de amistad”. Supuestamente, también intentó repetidamente, sin éxito, reunirse con ella.
Según dicho reporte, el hombre irrumpió en el domicilio de la joven y la mató de dos disparos, luego robó su teléfono y escapó.
El padre de Sana Yousaf, Syed Yousaf Hassan, declaró a la cadena BBC que ella era su única hija y que fue “muy valiente”. Su familia se reunió en la localidad de Chitral, donde se llevó a cabo el entierro.
Syed Yousaf afirmó que Sana nunca había mencionado a Hayat ni ningún comportamiento amenazante antes de su asesinato. Dijo que una tía de la menor se encontraba en la casa familiar cuando el sospechoso irrumpió y que este también la había amenazado con dispararle antes de huir.
El brutal asesinato causó una ola de preocupación en todo el país, y generó una enorme presión en la Policía para encontrar al asesino. El sujeto fue capturado 48 horas después y, tras pasar por un audiencia preliminar, quedó en presidio a la espera de su comparecencia ante la Justicia, prevista para el lunes 16. También se localizaron el teléfono robado y el arma feminicida.
Sana tenía cientos de miles de seguidores en Instagram y TikTok, y en esta red social el número de fans superó el millón luego de la noticia de su muerte.
Su último video en Instagram, publicado días antes del crimen, la mostraba rodeada de globos y cortando un pastel para su cumpleaños 17.
Dada su alta visibilidad en Pakistán, la noticia de la muerte de la joven se difundió rápidamente en los medios locales y en las redes sociales. En un país islámico conservador, también ha desatado un intenso debate sobre las mujeres en redes sociales.
Si bien muchos internautas expresaron su indignación por la noticia de la muerte de Yousaf, también ha habido reacciones negativas hacia su trabajo como influencer.
El grupo de defensa de los derechos digitales Bolo Bhi ha estado monitoreando la reacción en línea, y su director, Usama Khilji, afirmó que dichas críticas provenían de un pequeño grupo de s de internet, mayoritariamente hombres, algunos de los cuales han alegado motivos religiosos.
“Se preguntan por qué publicaba todo este contenido, e incluso sugieren que la familia debería eliminar sus cuentas de Instagram y TikTok porque contribuyen a sus ‘pecados’”, explicó Khilji.
La doctora Farzana Bari, destacada activista de derechos humanos, argumentó que la reacción es “misógina” y “patriarcal”.
Afirmó que Yousaf tenía voz propia y que el discurso en línea es un recordatorio de que las redes sociales se han convertido en un lugar muy amenazante para las creadoras de contenido en Pakistán.
El Inspector General de Policía de Islamabad, Syed Ali Nasir Rizvi, afirmó que las mujeres que deciden convertirse en influencers en redes sociales “merecen apoyo y aliento”, y calificó como “tragedia” el asesinato de Sana.
Bari afirmó que la condena pública del incidente por parte de las autoridades es una señal positiva que podría impulsar el cambio.
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