Ryanair anunció que impondrá una multa de 500 euros a los pasajeros que sean expulsados de sus vuelos por mal comportamiento, en el marco de una política más estricta para frenar altercados a bordo. La aerolínea, líder del sector de vuelos económicos en Europa, advirtió que esta penalización será la mínima y que, en casos graves, continuará recurriendo a la vía judicial para reclamar compensaciones económicas.

“Los pasajeros esperan viajar en un entorno cómodo y sin estrés”, indicó la compañía en un comunicado, subrayando que los incidentes, aunque aislados, comprometen la seguridad y la experiencia de viaje para el resto de los s y la tripulación.

Desde enero de este año, Ryanair inició procedimientos legales contra pasajeros que protagonizaron disturbios durante el vuelo. En uno de los casos más notorios, la empresa reclamó 15.000 euros por los costos asociados al desvío del vuelo, incluyendo alojamiento, gastos extra de los pasajeros afectados y tasas aeroportuarias.

El director ejecutivo de Ryanair, Michael O'Leary, ya había planteado en 2024 limitar el consumo de alcohol en aeropuertos a dos bebidas por pasajero, como medida preventiva. La aerolínea ha señalado que los incidentes violentos se han incrementado especialmente en rutas hacia destinos turísticos y en vuelos con demoras, donde el consumo previo de alcohol es un factor de riesgo.

La iniciativa busca posicionar a Ryanair como una compañía proactiva frente al comportamiento disruptivo, al tiempo que responde a una preocupación compartida por todo el sector aeronáutico.

Con información de Agencias