El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes la imposición de aranceles del 55 % a productos importados desde China, como parte de un nuevo acuerdo comercial bilateral aún pendiente de aprobación. Según Trump, en el marco del pacto, China mantendría un arancel del 10 % sobre productos estadounidenses.
El anuncio, escueto pero con potenciales implicancias globales, marca un endurecimiento drástico en la política comercial de Washington hacia Pekín, elevando significativamente los gravámenes vigentes y tensando nuevamente las relaciones económicas entre las dos principales economías del mundo.
¿Qué se sabe del acuerdo?
Aunque Trump se refirió a un “pacto comercial”, no se ha difundido el contenido oficial del mismo, ni detalles sobre los sectores afectados ni los plazos de implementación. Tampoco se ha conocido aún una reacción oficial por parte del gobierno chino, que ha sido prudente en pronunciamientos ante medidas unilaterales de Estados Unidos en el pasado.
Este tipo de medidas podría afectar gravemente a sectores clave como la tecnología, la automoción, la electrónica, los bienes de consumo y la agroindustria, tanto en China como en EE.UU., con efectos secundarios en mercados emergentes, incluida América Latina.
Posibles impactos globales
Un aumento arancelario de esta magnitud representa una escalada proteccionista sin precedentes en la era post-pandemia, y podría generar:
- Alza de precios en productos importados en EE.UU., con impacto en la inflación doméstica.
- Reducción de exportaciones chinas a su principal mercado global, con posibles ajustes internos en el gigante asiático.
- Reconfiguración de cadenas de suministro globales, beneficiando a países terceros que puedan sustituir productos chinos o estadounidenses.
América Latina: oportunidades y riesgos
Para América Latina, esta nueva confrontación comercial puede tener efectos mixtos. Por un lado, algunos países podrían beneficiarse como proveedores alternativos de materias primas, alimentos o manufacturas, especialmente México, Brasil, Argentina, Colombia y Perú. Por otro lado, la inestabilidad en el comercio global y la volatilidad financiera asociada a las tensiones sino-estadounidenses podrían golpear el crecimiento regional y frenar inversiones.
Si se mantiene el rumbo, el anuncio de Trump podría redibujar el mapa del comercio internacional, a solo meses de las elecciones presidenciales en EE.UU., en las que el mandatario busca capitalizar su agenda nacionalista y proteccionista como bandera de campaña.
Con información de Agencias
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